En el marco del Bicentenario de Bolivia en 2025, desde Bolivia Emprende rendimos homenaje a los motores que impulsan el desarrollo económico del país, destacando las industrias que han sostenido su crecimiento y aquellas que se perfilan como pilares estratégicos hacia el futuro.
De acuerdo con el Banco Mundial, los sectores clave que dinamizan la economía boliviana son la minería, los hidrocarburos y la agroindustria, mientras que el turismo, las energías renovables y las tecnologías emergentes representan oportunidades con alto potencial. La diversificación económica, la innovación y la sostenibilidad son los grandes desafíos y también las mejores oportunidades para consolidar una Bolivia más próspera y resiliente.
En ese marco, también destacan programas orientados al fortalecimiento empresarial y a potenciar el talento emprendedor y tecnológico del país.
La minería ha sido durante décadas un pilar fundamental para Bolivia. El país es productor destacado de oro, zinc, plata y estaño, además de contar con una de las mayores reservas de litio del mundo en el Salar de Uyuni. En 2024, las exportaciones mineras alcanzaron los 409 millones de dólares, representando más del 30% de las exportaciones totales del país, según datos del INE. Este sector ha aportado entre el 7% y el 10% del PIB nacional en los últimos años.
Genera cientos de miles de empleos directos e indirectos, especialmente en regiones como Potosí, Oruro y La Paz. Se estima que más de 300.000 personas están vinculadas a esta actividad, tanto en la minería formal como informal, desde la extracción hasta la comercialización.
La extracción y exportación de gas natural y petróleo crudo constituyen una fuente vital de ingresos. El gas representa aproximadamente el 40% de las exportaciones nacionales, abasteciendo principalmente a Brasil y Argentina. Este sector contribuye con alrededor del 6% del PIB, y sus ingresos por regalías e impuestos son fundamentales para el financiamiento de obras públicas e inversión social en las regiones.
La agroindustria se ha consolidado como uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento sostenible. En regiones como Santa Cruz, la producción de soya, caña de azúcar, girasol y otros cultivos industriales impulsa tanto el consumo interno como las exportaciones.
El sector agropecuario aportó 1,1 puntos porcentuales al crecimiento anual del PIB en 2024, alcanzando un crecimiento del 10,7% frente al mismo periodo del año anterior.
Entre los productos con mayor dinamismo destacan:
En conjunto, la agroindustria aporta cerca del 13% del PIB y genera miles de empleos, principalmente en el área rural.
El sector manufacturero transforma materias primas en productos de valor agregado para el consumo interno y la exportación. Aunque su participación es menor en comparación con otros sectores, es esencial para la diversificación de la economía boliviana.
En 2023, la manufactura aportó el 17% del PIB, con un crecimiento del 3,49%, impulsado por un 6,10% de crecimiento en la industria de alimentos, según el INE.
La recuperación del sector de la construcción y el aumento del consumo también están dinamizando esta industria.
Bolivia posee una riqueza natural y cultural excepcional. Atractivos como el Salar de Uyuni, el Parque Nacional Madidi, el Lago Titicaca y las Misiones Jesuíticas posicionan al país como un destino único.
En 2024, el país recibió 991.184 visitantes extranjeros, generando 739,94 millones de dólares en ingresos. El turismo representa cerca del 5% del PIB, con un enorme potencial de crecimiento dada la biodiversidad del país, que representa el 40% de la biodiversidad mundial.
El sector financiero, aunque representa alrededor del 4,4% del PIB, desempeña un rol estratégico en el desarrollo económico del país al canalizar recursos hacia la inversión productiva y el consumo.
Según la ASFI, hasta marzo de 2025, los créditos destinados al sector productivo alcanzaron Bs. 107.389 millones, lo que equivale al 47,9% del total de la cartera del sistema financiero, mostrando una clara apuesta del sistema bancario por apoyar la economía real.
La distribución de esta cartera es liderada por:
Este dinamismo refleja cómo el sector financiero impulsa la inversión, el empleo y la modernización de las industrias estratégicas del país.
Las industrias generan cerca del 14,1% del empleo total en Bolivia, siendo la minería, agroindustria, manufactura y turismo los sectores más intensivos en mano de obra. Asimismo, el crecimiento del crédito financiero apoya a miles de microempresas, pymes y emprendimientos vinculados indirectamente a estas actividades. De acuerdo al Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (SEPREC), se espera que para esta gestión la “base empresarial” de Bolivia supere las 400.000 unidades económicas, 12.236 adicionales a las 387.764 unidades que se tenías hasta diciembre de 2024.
El sector industrial ampliado (minería, agroindustria, manufactura) aporta más del 16% del PIB, asegurando estabilidad macroeconómica, ingresos fiscales y bienestar para las familias. Las exportaciones de gas, minerales y productos agroindustriales representan cerca del 80% del total exportado por el país.
La industria boliviana comienza a adoptar tecnologías más limpias y eficientes. En minería se apunta hacia el desarrollo tecnológico; en agroindustria, hacia la biotecnología y la economía circular.
El país también avanza en la transición energética. Bolivia posee potencial en energías limpias como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica. Proyectos como la Planta Solar de Oruro (50 MW) y la industrialización del litio con miras a la producción de baterías posicionan al país como un futuro actor estratégico en la región.
En su Bicentenario, Bolivia honra a las industrias que han sostenido su economía y apuesta por aquellas que construirán su futuro. La minería, los hidrocarburos, la agroindustria, la manufactura, el turismo y el sector financiero forman una base sólida sobre la cual se edifica una economía más diversificada, innovadora y sostenible.
Avanzar hacia un desarrollo económico más inclusivo y resiliente será clave para que Bolivia afronte los desafíos del siglo XXI con liderazgo, talento y visión.
En este escenario, Bolivia también cuenta con programas estratégicos para fortalecer el ecosistema emprendedor, empresarial y tecnológico y contribuir al desarrollo económico del país. Instituciones como la Fundación Emprender Futuro, junto a aliados estratégicos, desarrollan iniciativas que fomentan el liderazgo, la innovación y la competitividad del talento nacional. Iniciativas como el Programa de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (PLEI), WeRise, la Academia de Mujeres Emprendedoras AWE Bolivia, Mujeres 360 e Incuba Unión Tecnológico promueven el desarrollo de habilidades, fomentan la creación de empresas con valor agregado y contribuyen al crecimiento del tejido empresarial boliviano. Estas iniciativas demuestran que Bolivia no solo posee recursos naturales y sectores industriales consolidados, sino también un alto potencial humano y tecnológico que puede transformar su economía. La apuesta por el talento, la innovación y el emprendimiento es clave para construir una Bolivia resiliente, inclusiva y competitiva en su Bicentenario y hacia el futuro.
El Bicentenario marca un momento clave para reconocer los logros alcanzados y proyectar al país hacia una nueva etapa, donde el conocimiento, la producción con visión estratégica y la articulación de esfuerzos públicos y privados sean el camino para una economía más fuerte, moderna y conectada con el mundo.