De Cochabamba al futuro: Bee Zero y la flota eléctrica que está cambiando la forma de transportarnos

Bolivia Emprende / Agosto 14, 2025

Compartir en:

En tan solo dos años, Bee Zero se ha convertido en la primera y más grande flota de vehículos 100 % eléctricos en Bolivia, marcando un antes y un después en la movilidad limpia del país. Liderada por Miguel Fernández, esta startup no solo busca transformar la manera en que nos movemos, sino que también genera beneficios económicos y sociales para conductores e inversionistas.

En un contexto donde la urgencia por reducir emisiones y repensar las ciudades es cada vez mayor, startups como Bee Zero representan el espíritu del triple impacto: generan rentabilidad, contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas y protegen el medio ambiente. Su modelo integra tecnología, financiamiento inclusivo y capacitación, demostrando que la innovación empresarial puede ir de la mano con un cambio real en la sociedad. En entrevista con Bolivia Emprende, Miguel Fernández nos relata la historia de Bee Zero, su historia de éxito, así como los desafíos que afrontó y las lecciones aprendidas en el desarrollo de su startup.

¿Qué te motivó a fundar Bee Zero y por qué elegir el transporte 100 % eléctrico en Bolivia?

Bee Zero nace como resultado de una década de experiencia en electromovilidad y ocho años liderando soluciones de logística de última milla con Eco Delivery. Vimos que Bolivia necesitaba un modelo inclusivo y escalable para que más personas y empresas pudieran acceder a vehículos eléctricos, no solo como usuarios, sino como propietarios e inversionistas. Apostamos por un transporte 100 % eléctrico porque reduce drásticamente la huella de carbono, genera un impacto claro y cuantificable, disminuye los costos operativos y abre oportunidades para una movilidad más segura, limpia y eficiente en nuestras ciudades.

Miguel Fernández, CEO de Bee Zero

¿De dónde proviene el nombre Bee Zero y qué significa?

Elegimos el nombre Bee Zero porque buscamos llamar a la población a ser “Zero” emisiones, “Zero” ruido y “Zero” combustibles fósiles. Cuando pensábamos en el nombre Zero, nos dimos cuenta de que queremos que todos se unan a este movimiento: “sé cero” (be zero). Y como las abejas, aunque pequeñas, pueden lograr cambios significativos, incorporamos la palabra “Bee” como un llamado a todos a ser parte de este cambio.

¿Qué problema resuelve Bee Zero y cuál es su visión a largo plazo?

Bee Zero busca reducir el consumo de combustibles fósiles, las emisiones de gases de efecto invernadero, generar fuentes de empleo con énfasis de género y cerrar la brecha de acceso a la tecnología. Ofrecemos acceso a una flota de vehículos eléctricos compartidos para que conductores y conductoras puedan generar ingresos. Nuestra visión a largo plazo es consolidarnos como la plataforma líder en movilidad eléctrica compartida en Latinoamérica, integrando tecnología, financiamiento inclusivo y capacitación para empoderar y mejorar las condiciones de vida de nuestros drivers, escalando un modelo probado y rentable.

¿Ofrecen servicios diferenciados para personas, empresas e inversionistas?

Sí, ofrecemos distintos tipos de servicios adaptados en función del segmento. Para personas, brindamos acceso flexible a vehículos eléctricos de alta gama bajo modalidad de alquiler con pago por comisiones de viajes realizados, más convenios con las principales plataformas de transporte y empresas logísticas. Para empresas, ofrecemos soluciones de transporte y logística con un compromiso ambiental, económico y social positivo. Y para inversionistas, implementamos el modelo de propiedad fraccionada, que permite compartir la propiedad de un vehículo eléctrico y recibir retornos proporcionales de su uso.

Adaptamos cada propuesta según las necesidades del segmento y sus expectativas, asegurando que el acceso sea financiero, operativo y tecnológico, garantizando que todos puedan acceder a la movilidad eléctrica sin barreras tecnológicas ni financieras.

Cuéntanos acerca del servicio y la experiencia del usuario

Contamos con una flota de 10 vehículos eléctricos BYD, cada uno utilizado por hasta 3 conductores al día. Aunque aún somos una flota pequeña, nos enfocamos en servicios de transporte y logística para empresas. Los usuarios valoran la potencia, el silencio, la autonomía de 300-400 km y el confort.

¿Cómo gestionan la infraestructura de carga y mantenimiento?

Inicialmente utilizamos la electrolinera de Elfec, pero al tener solo una disponible construimos nuestra propia electrolinera con capacidad para 5 vehículos en el centro de Cochabamba. El mantenimiento se realiza con técnicos especializados gracias a nuestra alianza con BYD.

El impacto Bee Zero

De acuerdo al lider de la startup, en dos años de funcionamiento de Bee Zero se alcanzaron los siguientes resultados de impacto:

  • 28.500 carreras realizadas.
  • 305.000 km recorridos.
  • 70,8 toneladas de CO₂ evitadas.
  • 30.500 litros de gasolina ahorrados.
  • Más de 20 conductores beneficiados.
  • Crecimos cinco veces en nuestro segundo año y planeamos repetirlo en 2025.
  • Ingresos de más de 430.000 Bs para conductores e inversionistas.
  • Crecimiento operativo x5 en 2024.

Los conductores destacan los ingresos que generan, el ahorro (hasta 80 % en costos de energía frente a gasolina y no depender de combustibles fósiles), el cuidado y soporte que tiene el equipo de Bee Zero con ellos y el confort de manejo. Por otro lado, nuestros inversionistas valoran la estabilidad de los retornos, el crecimiento y el potencial de expansión.

¿Qué alianzas han formado para ampliar la flota?

Comenzamos con BYD y luego sumamos a Yango, InDrive, ONGs que nos apoyaron con garantías y préstamos, y empresas como CBN con las que estamos probando nuevos tipos de vehículos eléctricos. Con los resultados presentados estamos en conversaciones diferentes instituciones para ampliar nuestra flota y poder expandirnos por el eje troncal del país.

Desafíos y aprendizajes

El lanzamiento de Bee Zero implicó abrir camino en un mercado donde no existían antecedentes de una flota eléctrica de trabajo, y esto implicó varios retos para la startup, como nos enumera Miguel:

  1. Infraestructura de carga insuficiente: en Bolivia no existía una red de cargadores adaptada a operaciones intensivas como las de taxis o logística. La solución fue instalar puntos propios y desarrollar un plan de carga optimizado con base en nuestros datos operativos.
  2. Bajo conocimiento y confianza del usuario: muchos conductores desconocían el rendimiento real de un vehículo eléctrico y temían por la autonomía o los costos ocultos. Implementamos un programa de inducción y pruebas piloto, donde los propios conductores y empresas pudieron comprobar el ahorro y la fiabilidad.
  3. Limitada oferta de vehículos eléctricos y repuestos: el mercado nacional tenía muy pocas opciones de vehículos eléctricos y poco soporte técnico especializado.
  4. Adaptación de modelos financieros: la compra directa de un vehículo eléctrico es una barrera muy alta en Bolivia. Creamos modelos como el alquiler operativo y el Fractional Ownership, que permiten a conductores e inversionistas acceder a la tecnología sin una gran inversión inicial.

Entre las lecciones aprendidas en este proceso se encuentran:

  • La transición a la movilidad eléctrica no es solo un cambio tecnológico, sino un proceso cultural y educativo.
  • Los datos son un activo estratégico: gracias a la telemetría y análisis de consumo, optimizamos rutas, ciclos de carga y uso de la flota, mejorando la rentabilidad.
  • La colaboración multisectorial es esencial: alianzas con empresas, ONGs y actores públicos aceleran la adopción de soluciones sostenibles.
  • En un mercado emergente, la velocidad de adaptación es tan importante como la visión a largo plazo: saber pivotar rápido asegura que el modelo crezca con solidez.

¿Tienen planes de expansión?

Actualmente operamos en Cochabamba, con planes de llegar a La Paz y Santa Cruz en los próximos meses. En 2026, a Perú, Paraguay y Chile. Además, ampliaremos la flota con nuevos tipos de vehículos eléctricos, incorporaremos inteligencia artificial para la gestión y lanzaremos una plataforma para conductores.

¿Qué tecnologías o herramientas utilizan para optimizar operaciones, ruta y administración de vehículos?

Utilizamos distintas herramientas y tecnología en función de las necesidades de procesamiento de datos, las principales son: Telemetría en tiempo real para controlar eficiencia y toma de datos, software de gestión de flotas e inteligencia artificial para procesamiento de datos e información brindada por los conductores.

¿Qué consejo darías a quienes quieren emprender en tecnología en Bolivia?

Emprender con tecnología en Bolivia exige visión, paciencia y adaptabilidad. Validar rápido la idea, adaptarla al contexto local y mantener la resiliencia. Rodearse de un ecosistema sólido de aliados y pensar en escalar desde el inicio. En Bolivia, las barreras pueden parecer grandes (infraestructura limitada, regulación incipiente, poca cultura tecnológica) pero esas mismas limitaciones son oportunidades para liderar y crear soluciones pioneras. La clave está en adaptar la tecnología al contexto local, asegurando que sea accesible, financieramente viable y culturalmente aceptada.

Rodearse de un ecosistema sólido de aliados (emprendedores, empresas, instituciones y mentores) acelera el aprendizaje y multiplica el impacto. Y, sobre todo, mantener la resiliencia: en Bolivia, los cambios de contexto son rápidos, y la capacidad de pivotar con agilidad es lo que diferencia a un proyecto que sobrevive de uno que crece y lidera.

Finalmente, pensar siempre en escalar desde el inicio, construyendo un modelo que no solo funcione localmente, sino que pueda competir y generar valor en la región. Innovar en Bolivia implica resolver problemas reales con soluciones que sean viables técnica y económicamente desde el primer día.

Acerca del empresario

Datos de la empresa