Ladrillos bolivianos rompen récords: La Paz lidera exportaciones con destino a Perú

El Deber / Julio 22, 2025

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La venta de ladrillos se expande al exterior del país/Foto: Opinión

La industria ladrillera de Bolivia se consolida como una de las sorpresas del comercio exterior, al registrar un notable desempeño en los últimos cinco años. Según un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entre 2020 y 2024 el país exportó más de 570 mil toneladas de ladrillos de cerámica para construcción, generando 20 millones de dólares en divisas.

El año pasado, el sector registró un salto del 56% en valor exportado respecto al año anterior, marcando un récord alentador para la economía real, la industria no tradicional y la generación de empleo. La mayor parte de este logro proviene del departamento de La Paz, que concentró más del 96% del volumen total exportado.

“Este éxito demuestra que con trabajo, calidad y perseverancia, la industria nacional puede llegar lejos”, destaca el informe del IBCE, subrayando la capacidad competitiva del sector productivo paceño.

Perú, principal destino

El principal mercado de destino es Perú, que absorbió el 96% de las exportaciones bolivianas de ladrillos en este periodo. También se registraron envíos a países vecinos como Chile, Brasil y Argentina, lo que indica una creciente aceptación regional de los productos bolivianos en el rubro de materiales de construcción.

Este impulso convierte al país en un proveedor confiable para el sector edificador del continente, en un contexto donde los insumos de calidad y a buen precio son cada vez más demandados.

Camino a un nuevo récord en 2025

Los datos de 2025 también apuntan a un nuevo hito. En los primeros cinco meses del año, Bolivia ya exportó casi 80 mil toneladas de ladrillos, lo que equivale al 58% de todo lo exportado en 2024. Si la tendencia se mantiene, el país cerrará el año con un nuevo récord, fortaleciendo aún más su posición en el mercado regional.

Este desempeño tiene un impacto directo en la economía real, al dinamizar las actividades productivas, fomentar la formalización laboral y posicionar a Bolivia como un actor relevante en la cadena de suministro de materiales para la construcción.

El caso de los ladrillos paceños es un ejemplo del potencial de la industria no extractiva boliviana y una señal de que el país puede diversificar su matriz exportadora apostando por productos con valor agregado y sostenibilidad, reseña el IBCE.

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