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Grupo Nueva Economía, en alianza con la Universidad de Cambridge y Cambridge Business Association, desarrolló a lo largo del segundo semestre de 2021, un ciclo de conferencias denominado «Impulsores de una Nueva Economía: Modelando el futuro», destinado a compartir la visión de aquellas personalidades que son un referente en el país en los ámbitos de la economía, la empresa y los negocios.
En esta oportunidad, la directora de la Fundación Emprender Futuro, Allison Silva, fue parte de este ciclo de conferencias en la cual abordó sobre los retos que las startups tuvieron que enfrentar en el año 2019, 2020, 2021 y 2022.
Las startups de base tecnológica básicamente tienen esa capacidad de ser dinámicas, de poder responder a una velocidad; y eso es algo que a veces a la empresa privada le cuesta un poco, porque son más sólidas, más estables, con modelos de negocios más definidos y ya no ve otras opciones de modelos de negocios, como el Corporate Venture, o ver nuevas opciones de innovación, para ver cómo adoptarse a nuevos mercados que están cambiando constantemente. Es ahí donde se necesitan modelos de negocios más dinámicos y esa velocidad de adaptación la tienen las startups.
A su vez, las startups tienen otras características que las hacen únicas: Ven el fracaso como un aprendizaje. Entonces, tienen muchas características: son innovadoras, tienen nuevas formas de pensar. Eso puede ser una oportunidad o puede representar una oportunidad para el sector privado, que está cambiando constantemente. Por ello, haciendo Corporate Venture pueden darse oportunidades increíbles para integrar innovación. Un ejemplo es Mobi, una startup boliviana de energía limpia muy nueva; sin embargo, ya logra en una primera ronda de levantamiento de capital, una valoración bastante buena.
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Durante los tres últimos años, hemos desarrollado el reporte del Mapeo de Tecnología del Ecosistema de Tecnología Digital en el país, con un objetivo básicamente: No puedes controlar lo que no puedes medir. Entonces, decidimos empezar a medir este crecimiento y a ver el estado de todos los actores que hacen al ecosistema; entre ellos, la academia, el sector privado, las mismas startups, el sector público y otros sectores de apoyo que están en el eco sistema para fortalecerlo.
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Los países de Latinoamérica y el Caribe se encuentran en un claro punto de recuperación, luego de una severa crisis sanitaria. Sin embargo, en vez de ser una forma de «V» corta, estamos más bien enfrentando una recuperación en forma de «U»; es decir, más lenta. Países como Argentina. Ecuador y El Salvador están esperando lograr una recuperación recién a partir del 2023. La mayoría de los países de la región verán una recuperación recién para el 2022: es decir, dos años después de la crisis.
Uno de los temas más complejos está relacionado con la pobreza. Se estima que en América Latina más de 30 millones de personas entraron a la pobreza y 7 millones de personas ingresaron a la pobreza extrema, fruto de esta crisis. Los grandes desafíos para lograr esta recuperación están relacionados con la capacidad de los países en mantener las políticas económicas expansivas y por supuesto, con el logro de la inmunización de la población.
El tema de transformación digital es tremendamente importante para Bolivia y para el mundo, en general. El COVID-19 ha hecho que nos demos cuenta de la importancia de todo este tema digital: y cuando preguntas ¿En qué mundo estamos?, bueno, diría que estamos en un mundo donde todos tenemos que aprender a vivir digitalmente, en absolutamente todos los aspectos de nuestra vida. Ya no es solamente ir al banco, sino todo lo que hacemos tiene un componente digital. Hoy en día, la transformación digital es un elemento crítico.
Comparto la idea de que la innovación y el uso de nuevas tecnologías son fundamentales para el éxito y la sostenibilidad de los emprendimientos, independientemente de la etapa de madurez en la que se encuentre su propuesta de valor. Unos podrán ser startups, otros podrán tener muchos años, pero esos elementos de innovación y el uso de tecnología son fundamentales para desarrollar ventajas competitivas y capturar valor de mercado.
Las empresas que ya están en producción deben tener una capacidad de adaptarse de manera oportuna y eficiente; es decir, tenemos temporalidad para hacer las cosas y, si nos pega también la transformación digital y no somos capaces de responder a tiempo. Ponemos en riesgo la sobrevivencia de las empresas. Ahora, para toda empresa y para todo emprendedor, considero que es fundamental observar y entender los cambios y las tendencias de mayor impacto en el ecosistema, donde se desarrolla cada uno de los negocios de las empresas.
Estamos viviendo la crisis económica sanitaria más complicada de nuestra historia y es una de las primeras crisis económicas que deberán enfrentar los jóvenes que hoy lideran las empresas.
Existen cursos, talleres, etc., en los que se trata de enseñar a liderar bajo un entorno volátil, incierto, complejo o ambiguo, pero estoy seguro de que ninguno tenía en su mapa una pandemia, que cambió todo y aceleró la velocidad en la que tenemos que tomar decisiones y la forma en que tenemos que encarar la reactivación. Hoy en día el liderazgo y las políticas económicas también tienen que adaptarse a un nuevo normal Es como decía Einstein: «Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando tener resultados distintos»: pues si queremos enfrentar esta nueva era tratando de hacer lo mismo, quizás fracasemos en el intento.
Como líderes en nuestras empresas y en nuestros gremios debemos tener una visión amplia y colaborativa. Dado que tenemos un rol importante en el desarrollo y en el progreso de nuestra sociedad. Estoy convencido de que la unidad y la institucionalidad sobre la que se habla en el país han sido importantes para llegar al sitial en el cual nos encontramos: un modelo económico productivo que funciona. Por eso, cuando todos aquí asumimos una responsabilidad de servicio como es el liderazgo institucional. Podemos aportar de alguna manera, Nosotros nos comprometimos a hacer y trabajar para los emprendedores, los empresarios, las instituciones que son las locomotoras de nuestra sociedad. Nuestras instituciones tienen un peso fundamental en la construcción de propuestas y de escenarios de diálogo entre las iniciativas privadas y todos los demás actores de la sociedad boliviana y del colectivo internacional.
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