La economía creativa en Bolivia: un motor de desarrollo en crecimiento

Los Tiempos / Noviembre 25, 2024

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Fuente: Los Tiempos

La economía creativa, conocida también como economía naranja, está emergiendo como una alternativa clave para diversificar las fuentes de ingreso en Bolivia, reducir la dependencia de sectores tradicionales y generar empleos de calidad. Este modelo, basado en la creatividad, el talento humano y el conocimiento, tiene el potencial de transformar la realidad social y económica del país, al tiempo que proyecta su identidad cultural en el escenario global.  

A nivel global, esta economía ha demostrado ser una herramienta efectiva para abordar desafíos sociales y económicos. En Cochabamba y en Bolivia, representa una oportunidad crucial para diversificar una matriz económica históricamente basada en recursos naturales, como el gas y los minerales.  

Sectores clave

Un censo realizado en 2022, por el Instituto de Progreso Económico Empresarial (IPEE), reveló que el impacto de la economía creativa se distribuye entre diversos sectores, siendo cuatro los que más sobresalen: la educación, la moda, el desarrollo de software y el ocio.

López destaca que la digitalización es un motor clave para el crecimiento de la economía naranja en Bolivia. Tecnologías como la inteligencia artificial y las plataformas de comercio electrónico han reducido los costos de exportación y abierto puertas a mercados internacionales.  

Retos estructurales

A pesar de su potencial, la economía creativa boliviana enfrenta varios obstáculos:  

  1. Altas cargas tributarias: Los impuestos nacionales y municipales desalientan la formalización de los emprendimientos creativos.  
  2. Falta de acceso al financiamiento: El sistema financiero no está adaptado a las necesidades del sector, que depende de activos intangibles como ideas y marcas.  
  3. Regulación desactualizada: Las plataformas digitales y los nuevos modelos de negocio requieren un marco legal que garantice condiciones equitativas.  
  4. Infraestructura limitada: La falta de inversión en tecnología, cultura y educación frena el desarrollo de los emprendedores.  

Propuestas

López y Laserna sugieren una serie de medidas para convertir la economía naranja en un motor de desarrollo sostenible:  

  • Reformas tributarias: Simplificar trámites y crear incentivos fiscales para las industrias creativas.  
  • Infraestructura tecnológica y cultural: Establecer centros de innovación y redes digitales para apoyar a los emprendedores.  
  • Alianzas público-privadas: Promover incubadoras de negocios y asociaciones estratégicas para fortalecer cadenas de valor en áreas como software, turismo y gastronomía.  
  • Capacitación educativa: Diseñar programas que desarrollen habilidades creativas y digitales desde temprana edad.  

Impacto y perspectivas

De acuerdo con Ericka Berrios, directora del IPEE, el 94% de las empresas creativas censadas generan empleo directo, con una tendencia de crecimiento en áreas como la gastronomía, el software y el diseño. Se proyecta que estos sectores lideren la generación de empleo y el aporte al Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos cinco años.  

Invertir en la economía creativa no es solo una estrategia económica, sino también una apuesta por transformar la sociedad. Como concluye López: “La creatividad no es solo una alternativa, es la clave para construir un país más competitivo y resiliente”.  

Con las políticas adecuadas, el talento boliviano tiene el potencial de liderar una revolución creativa, consolidándose como un recurso estratégico para las generaciones presentes y futuras. 

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