31° Edición. Exposoya reafirmó su compromiso con la producción sostenible y el acceso equitativo a nuevas tecnologías. Empresas y productores destacaron la importancia de la biotecnología, las nuevas variedades de semillas y la modernización del agro boliviano.
La Asociación de Productores de Oleaginosa y Trigo (Anapo), llevó a cabo la versión 31 de la Exposoya, en donde reafirmaron el compromiso de seguir impulsando la producción agrícola con innovación y tecnología, a la espera de condiciones que fomenten la inversión y el desarrollo.
El encuentro celebrado en el centro experimental de la institución en Cuatro Cañadas, a 101 kilómetros de Santa Cruz, los agricultores pudieron conocer las técnicas que promueven la producción sostenible como la siembra directa, cultivos de servicio y cobertura, rotación de cultivos, nuevos híbridos de maíz y sorgo, paquetes tecnológicos de las casas comerciales, fertilización y nutrición vegetal, además de estrategias tecnológicas para maximizar los rendimientos y aumentar la producción.
A pesar de las pérdidas productivas del año pasado, los soyeros lograron producir más de 2 millones de toneladas (tn) del grano, suficientes para garantizar el abastecimiento del mercado interno, que se aproxima a 800.000 toneladas. Además, esta campaña de verano 2024-2025, se estima producir al menos 2,5 millones de tn de grano de soya.
Fernando Romero, presidente de Anapo, destacó que este evento tecnológico anual busca sobre todo que el acceso a las nuevas tecnologías sea equitativo para todos, en especial para los pequeños productores, quienes representan el 80% de quienes producen soya.
Más de 14.000 familias dependen de manera directa de la producción de soya, un sector que genera más de 120.000 empleos en toda la cadena productiva; en este sentido, Romero destacó que este brazo productivo del agro se encuentra posicionado como el tercer rubro de exportación nacional, después de los minerales y los hidrocarburos, y el más importante dentro de las exportaciones no tradicionales.
José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), ponderó el trabajo de Anapo y la realización de Exposoya, como un hito de innovación tecnológica que acogió a más de 8.000 productores. Afirmó que actualmente Bolivia destaca por su trabajo en la producción de soya gracias al trabajo incansable de agricultores, investigadores y empresas.
“Apostamos por eventos como la Exposoya, que celebra la innovación y el esfuerzo de todo el sector agrícola. Destaca la importancia de la innovación y la tecnología en el agro, y que la adopción de nuevas técnicas y herramientas permite mejorar la productividad y la sostenibilidad de nuestros cultivos””, dijo, instando a las autoridades a facilitar el acceso a mercados globales para generar divisas.
Farah hizo un llamado al Gobierno a permitir que los agricultores accedan a nuevas oportunidades y fortalezcan la economía, “en especial en un momento que el país atraviesa una crisis económica. Más aún cuando debemos obtener dólares; y esos dólares se obtienen de las exportaciones”, afirmó.
LealSem y Semillas Aura se anunciaron la liberación de dos nuevas variedades de semillas, la GS 50R 48 y la Patujú respectivamente; diseñadas para mejorar los rendimientos en un contexto climático desafiante.
GS 50R 48 destaca por su estabilidad, buen potencial de rendimiento y buena sanidad en planta. Ha sido diseñada específicamente para adaptarse a suelos livianos e intermedios, tipos de terreno comunes en las zonas productivas de Santa Cruz y otras regiones agrícolas de Bolivia. “Este desarrollo es el resultado de años de investigación aplicada, con el objetivo de ofrecer una herramienta que permita a los productores enfrentarse a los retos climáticos”, afirmó Roberto Espejo, representante legal de Semillas GS.
Por su parte, Christian Flores, responsable de Semillas Aura, destacó que Patujú ha sido desarrollada para optimizar la eficiencia en la producción agrícola, ofreciendo a los productores la posibilidad de obtener cosechas más rápidas y de alta calidad en un contexto donde los ciclos cortos son cada vez más valiosos.
Con su primera participación en Exposoya, la aceitera cuenta con una propuesta clara por la innovación y el acompañamiento técnico al productor. Presentó su nueva línea de girasol CP y CL, resistente a la maleza Orobanche Cumana y tratamiento de semillas NutriFlow, diseñado para mejorar la germinación y el desarrollo del cultivo.
“Queremos estar más cerca del agricultor, ofreciendo soluciones tecnológicas que optimizan la producción y aseguran mejores rendimientos”, señaló Marco Estremadoiro , Gerente de Insumos Agrícolas de IASA.
Agripac destacó la presentación de un insecticida dirigido a combatir ácaros y chinches llamado Verdavis, además del Pack Full Forte, que combina control de plagas y enfermedades en una sola aplicación, con la finalidad de aportar tecnología para que el agricultor tenga mejor y mayor producción.
En el caso de semillas, Carlos Alberto Chávez, encargado de comunicación y mercadeo, explicó que se introdujeron nuevas variedades de sorgo adaptadas a las condiciones bolivianas como X 9008, Forteza y Perla, altamente tolerantes al pulgón amarillo.
Luis Chávez, representante de Biomatrix en Bolivia, destacó la innovación del sorgo Nilo, una variedad resistente al pulgón que ha captado el interés de los agricultores. “Este sorgo tiene un gen que lo protege del daño del insecto, reduciendo la necesidad de agroquímicos y mejorando el rendimiento”, afirmó.
Biomatrix presentó su portafolio de híbridos como BM 737 para grano y Podium para ensilaje. Con más de 15 años en el mercado, la marca sigue apostando por variedades adaptadas al clima y con alta tolerancia a plagas.
La empresa presentó la variedad de soya Petra, desarrollada para ofrecer mayor resistencia a enfermedades y un mejor desempeño en suelos húmedos del norte de Bolivia. “Petra es una variedad de ciclo intermedio (120-125 días) con excelente ramificación, buena arquitectura foliar y alto peso de grano, ideal para suelos pesados y zonas con alta humedad”, destacó el gerente general, Mirko Mateff.
Para la nutrición vegetal, cuentan con Nova Spring, un probiótico que regenera la microbiología del suelo, y bioactivadores como Foilmax y Smartfoil.