
Las diseñadoras Luz Zalaquet (izq) y Denise Urizacari (Der)
La moda no es solo una expresión estética o una tendencia: es también parte fundamental de la industria, específicamente la industria creativa, un sector que en Bolivia está creciendo de la mano de emprendedores comprometidos con el entorno, la identidad y la innovación. Cada vez más diseñadores emergen con propuestas que buscan ir más allá del vestir, apostando por una moda que dialogue con el contexto social, cultural y ambiental. En este escenario, marcas como Luz Zalaquett Conscious Design y SAMKA lideran el camino hacia un diseño consciente, combinando talento, visión y responsabilidad. En entrevista con Bolivia Emprende, las diseñadoras Luz Zalaquett y Nadia Urizacari nos relatan desde su trayectoria cómo la moda desde Bolivia está trascendiendo con impacto y autenticidad.
Para Luz Zalaquett, su marca nació como una respuesta crítica a la industria del fast fashion. Desde sus primeras experiencias laborales en fábricas textiles en Argentina, observó con inquietud el desperdicio masivo de materiales y el destino incierto de prendas no vendidas. Su Proyecto de Grado —reconocido por la Universidad de Palermo— dio origen a una marca que abraza el upcycling, el slow fashion y la creación de piezas únicas, o como ella las llama, “pequeñas obras de arte ponible”.
“Quiero verme única, tener algún complemento diferenciador en mi outfit, algo original y funcional. Mis diseños son eso: prendas con estilo, identidad y propósito”, afirma Luz.
Su visión evoluciona con el tiempo y con ella su marca, que apunta ahora a una internacionalización de su propuesta sin perder sus raíces en el diseño de autor y la producción consciente.
Nadia Urizacari Salaues, fundadora de SAMKA, fusionó dos mundos en apariencia opuestos: la ingeniería ambiental y el diseño de moda. Su sensibilidad por el entorno fue tan fuerte como su pasión por la creatividad, y así nació una marca que busca demostrar que la moda puede ser innovadora, responsable y auténtica al mismo tiempo.
“SAMKA no solo reutiliza materiales, crea prendas con propósito. Cada pieza tiene su historia. No seguimos modas pasajeras, sino que apostamos por la autenticidad y por una propuesta con sentido”, explica Nadia.
Hoy, SAMKA trabaja bajo los principios del upcycling, y se encuentra desarrollando una línea de accesorios como complemento ideal para sus prendas. Además, busca establecer alianzas para recuperar ropa en desuso y darle una segunda vida, demostrando que otra forma de vestir es posible.
Tanto Luz como Nadia coinciden en algo fundamental: Bolivia tiene un enorme potencial en moda. El surgimiento de diseñadores emergentes, la mayor visibilidad en pasarelas y la reciente inclusión de la carrera de diseño de moda a nivel universitario muestran que el país está listo para fortalecer esta industria.
“La moda en Bolivia está evolucionando, y más que una industria, se está convirtiendo en un espejo de nuestra cultura y sociedad”, destaca Nadia.
Ambas diseñadoras resaltan que el camino del diseño no es fácil, pero sí profundamente gratificante. Luz recomienda tener resiliencia y formarse no solo en diseño, sino también en áreas como administración y marketing. Nadia, por su parte, enfatiza la importancia de la autenticidad y la paciencia.
“No todo es glamour, hay mucho trabajo detrás. Debes estar dispuesto a aprender cosas que no te gustan, como finanzas o gestión, porque al final esto es un negocio”, sostiene Luz.
“Lo clave es tener un diferencial y construir con constancia. La moda con propósito no es una tendencia, es el futuro”, concluye Nadia.
El diseño de autor consciente en Bolivia no es solo una corriente estética: es una declaración de principios. Luz Zalaquett y Nadia Urizacari están abriendo camino a una nueva manera de entender la moda: una que celebra la identidad, respeta el entorno y pone en valor la historia detrás de cada prenda. La moda boliviana, con creatividad y compromiso, está lista para conquistar el mundo.