

Lilo fue testigo de las condiciones de vida de los productores bolivianos, la mayoría de los cuales se mantienen en un bajo nivel económico debido a la inestabilidad en sus volúmenes de producción y a otros factores complejos relacionados con la producción agrícola.
Por esa razón decidió implementar una finca, donde se desarrolló un modelo lucrativo de producción de café especial, que también difunde la rentabilidad y dignidad de productor nacional.
La iniciativa está dando exitosos resultados, a sólo tres años de su implementación. Hoy la finca Las Tacanas, que estableció en sociedad con Cecilia Mariaca y Daniela Levy, da trabajo estable a miembros de la comunidad Paco, en la localidad yungueña de Coroico.


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