La disputa por el mercado de los helados

Página Siete / Enero 30, 2015

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helados delizia bolivia

El comercio y los consumidores de helado en Bolivia son sumamente diversos y, si a eso se le suman las estacionalidades variadas entre  oriente, centro y occidente, resulta una matriz sumamente compleja que pocas empresas han logrado entender”. Es la explicación del gerente comercial de la Companía de Alimentos Delizia, Sergio López.

Un mercado complicado

Y es que el consumidor boliviano de a poco ha dejado de ser un comprador que sólo busca bajos precios y grandes cantidades; al contrario, quiere mejores productos y tiene capacidad de pagarlos.

Helados: Delizia, Pil, Arcor, Cabrera

Ese elemento ha animado a las empresas de alimentos establecidas en Bolivia a hacer importantes inversiones en sus líneas de helados. De hecho, en los últimos meses, firmas como PIL, han decidido ingresar a este mercado y otras marcas, como la cruceña Cabrera han incrementado variedades y cantidad de producción.

Sin embargo, no sólo las empresas locales apuestan por este mercado, sino que firmas internacionales de trayectoria reconocida como la argentina Arcor han logrado un sitial en la preferencia de los clientes. «El mercado boliviano es bastante raro en comparación de otros lugares, ya que el helado es para refrescarse en el calor, pero el lugar donde se consume más es en el occidentes, o sea en la parte del país donde hace más frío”, explica José María Lahore, gerente de marketing de Arcor en Bolivia.

López explica que los consumidores no son «inconscientes”, puesto que  saben claramente cuando se les  cobra por algo que no lo vale la pena y cuándo el precio equivale a la calidad del producto que selecciona. El consumidor del oriente demanda productos distintos a los del centro u occidente, y la oferta, por ende, deberá ser así de diversa.

Quizá por ello, indica López, la mayoría de las empresas han logrado dominar, pero sólo a nivel regional. En cambio, destaca el gerente, «Delizia es una de las pocas, o quizás la única que tiene una presencia muy fuerte en todos los departamentos del país, y es porque para el consumidor de cada departamento somos lo que buscan, y eso no es casualidad, pues se invierte muchos recursos en investigación y desarrollo”.

Cifras en crecimiento

Estudios de mercado realizados por las empresas estiman que el negocio de helados en Bolivia en  2014 alcanzó las 5.000 toneladas, mientras que hace diez años se hablaba de 3.500 toneladas. A pesar de que estos indicadores muestran un ascenso prometedor, Bolivia todavía está lejos de los estándares de consumo per cápita de los países vecinos, y aún más lejos de las tasas de crecimiento de otros países.

A pesar de la variedad en sabores y precios de las ofertas de las empresas nacionales, Arcor mantiene su posición en el mercado, gracias a que sus precios pueden ser competitivos como resultados de las 40 plantas de elaboración industrial de alimentos que tiene en el mundo.

De momento, la oferta que trae al mercado local proviene de su planta ubicada en Argentina. «Lo que busca siempre  Arcor en los países donde está presente es tener productos de mayor calidad que los de las ofertas locales y la innovación; sacamos más de 300 innovaciones por año”, enfatiza Lahore.

El lanzamiento de los helados PIL, según el gerente de marketing de Arcor en el país, es una noticia positiva «que ayuda a  que el mercado se desarrolle e innove; nosotros siempre hemos sido un helado de calidad, un poco más caro que el resto y eso nos ha convertido en los premium”. El ingreso de Arcor, dice, impulsó tambien a que las empresas quieran mejorar en calidad.

De acuerdo con datos de la empresa boliviana Delizia, esa empresa tiene el sitial número uno de este rubro hace ya varios años en el país, sin embargo, hace 26 años arrancó «como todos, siendo menos del 1% del mercado”.

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