El 75% de las firmas admite que al salto tecnológico le falta impulso

El Deber / Febrero 13, 2019

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Fuente Imagen: SEOBrien.com

Google, el gigante de internet y producto de Alphabet, no fue el primer buscador del mercado, pero sí el más innovador hasta hoy. Su algoritmo de clasificación de los resultados de búsqueda se convirtió en producto de éxito comercial. Está en el podio de las marcas más valiosas del mundo. ¿Un ejemplo más sencillo? Nespresso, de Nestlé, irrumpió con un sistema (robot) que permite tener un café en cualquier lugar con la misma calidad de una cafetería. Netflix cambió el rumbo del negocio de alquiler de DVD y creó un nuevo modelo de negocios con el streaming, para ser una insignia del entretenimiento digital.

Pero, ¿qué tienen en común estas empresas que no corresponden al mismo sector? La respuesta se atribuye a la disrupción tecnológica, un elemento que dejó de ser un soporte para convertirse en el motor en la estrategia de negocios de las corporaciones. Los conceptos básicos y sus beneficios se vienen interiorizando en distintos eventos, conversaciones de escritorio y tertulias empresariales en la capital cruceña. Algunos de estos fenómenos ya no son novedad.

Sin embargo, el estudio Conocimiento, actitudes y comportamientos del empresario cruceño respecto a las nuevas tecnologías, realizado por la Uagrm Business School de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, revela que un 75% de 231 firmas locales cree que la transformación tecnológica dentro de las corporaciones no ocurre a una velocidad adecuada, según deducen altos ejecutivos de Santa Cruz consultados en la muestra.

El investigador y líder del estudio, Roberto Pérez, evidenció que hay 15 tecnologías disruptivas aplicables a distintos sectores y que los sistemas de cloud (nube), energía renovable y Big Data son los más comprendidos por los empresarios -además de ser los más visualizados en el ecosistema empresarial-, mientras en la otra cara de la moneda se sitúan la medicina regenerativa, nanotecnología y agricultura de alta precisión.

Asimismo, el estudio detalla que los empresarios cruceños ven los costos de innovación tecnológica más altos que los beneficios, por lo que esta sería una de las barreras para introducir la disrupción en sus operaciones, la cual tiene como consecuencia -paradójicamente- oportunidades para bajar costos y simplificar procesos.

Para que se dé el uso de tecnologías disruptivas, el estudio sugiere una intención resuelta de aplicarlas (a través de la gerencia pública y privada) y esta, a su vez, llega por medio de presiones sociales que exigen una transformación y de la superación de condicionantes como el financiamiento, apertura de mercados, políticas públicas y sectoriales que estimulen la competencia.

En esta encrucijada, desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) observan que existe rezago en materia de ciencia, tecnología e innovación (CTI), ya que, además de que la tecnología y la innovación no son el núcleo de una estrategia competitiva, los gobiernos de la región tienen problemas para traducir la asignación de recursos de fomento de la CTI en políticas públicas.

El informe del BID La tecnointegración de América Latina expone que solo para el 23% de más de 20.000 encuestados la innovación tecnológica es un tema relevante para el desarrollo y la respuesta afirmativa a esta interrogante en Bolivia corresponde solo al 14%, penúltimo país de Sudamérica que contempla este aspecto. Proyectan al ámbito tecnológico como “un lujo de las economías avanzadas”.

No obstante, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, consideró que no se puede generalizar ya que hay varias compañías que han implementado tecnologías de última generación en sus procesos, tanto de producción como de gestión, en varios sectores.

Pero Nostas también ve que todavía es un tema pendiente y que pasa no solo por dar cursos y capacitar, sino por ofrecer a los emprendedores contactos, condiciones, información y medios para que incorporen la tecnología como prioridad en su planificación.

Nuevos lineamientos

De acuerdo con el fundador de la firma internacional enfocada en energías renovables Watinyoo, Jeremy Margel, en Santa Cruz y la región los empresarios tienen una lectura y entienden los conceptos de tecnología, pero hay una falta de conocimiento real en temas técnicos y en resultados comprobables.

“La capacidad de transformar la voluntad en una integración real no existe, todavía se debe aprender a aplicar protocolos tecnológicos para entender cómo puede funcionar el producto o servicio del empresario”, aseveró el ejecutivo.

Por su parte, el líder del Grupo Landicorp, Hugo Landívar, señaló que en las empresas se debe concebir que la tecnología está cambiando todo y eso es un proceso irreversible, por lo que una de las primeras pautas es tener un mejor control de la información de una corporación para organizar y gestionar sus recursos.

Además, uno de los ejes de la operación de Landicorp es la investigación en el área de mejoramiento genético de semillas y uno de sus focos es el fortalecimiento de la productividad de campo de la soya. Trabajan con una empresa de Brasil para producir una vaina de cinco granos resistente a las plagas; un claro ejemplo de los avances en biotecnología que se presentan en Santa Cruz, uno de los sistemas disruptivos menos conocidos, pero más sonados en el sector productivo.

Sin embargo, para potenciar la incorporación exitosa de estos nuevos conocimientos es fundamental la vía libre estatal.

El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Richard Paz, recordó hace unos días que los argumentos técnicos, científicos y legales para que se autorice, vía decreto, el uso de la biotecnología ya fueron presentados y esperan luz verde.

Vinculada a esto se acomoda la agricultura de precisión, otro de los focos para potenciar el agro cruceño y en el estudio se advierten oportunidades para fortalecer al sector productivo con la inserción de estos sistemas que contemplan aspectos como drones para riego e inspecciones en campo, tractores no tripulados, la nivelación de suelo con láser, entre otros.

Otras extensiones como el blockchain están en lista de espera para tener cabida. El country manager de Ontier, Borja Juárez, expresó que la ausencia de desarrollo de mercado en esta área es una limitante para explotar el potencial global que tiene la corporación en Bolivia, pero anticipó que preparan el terreno para interiorizar a empresas sobre las regulaciones como primer paso para introducir el blockchain en el país.

El gerente en Bolivia de la multinacional suiza SoftwareONE -que se estrena en Santa Cruz desde enero-, Milton Díaz, aseguró que la entrada de competidores globales es un aliciente para que las empresas cruceñas puedan actualizarse, caso contrario, serán relegadas o tendrán que salir del mercado.

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