La meta de Tigre Bolivia es que, para 2025, al menos el 10% de su facturación global provenga de exportaciones.
Los volúmenes iniciales alcanzan un total de 45 toneladas (tn) a Ecuador y Argentina, con perspectivas de crecimiento sostenido en el tiempo. Adicionalmente, la empresa prevé expandir sus exportaciones a los mercados de Perú y Paraguay y Uruguay.
Tigre Bolivia, apoyada por la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones (Cadex) trabaja enconsolidar nuevas oportunidades en mercados regionales y fortalecer la competitividad del sector productivo nacional.
La empresa ha iniciado una nueva etapa con su primera exportación de cable de cobre a Ecuador y tuberías de PVC a Paraguay. Según Juan Pablo Rubilar, gerente general de Tigre Bolivia, estas primeras 45 toneladas (tn) son apenas un primer paso hacia una estrategia de expansión internacional más ambiciosa, prevén sumar Uruguay a su objetivo en abril.
“Estamos evaluando oportuniades de exportación en los mercados de Perú, Paraguay. Tenemos la posibilidad de competir y ser una marca fuerte en estos mercados”, explicó Rubilar.
Juan Pablo Rubilar, gerente general de Tigre Bolivia
El crecimiento de las exportaciones tiene un impacto directo en la generación de empleo y en la capacidad productiva. Actualmente, cuentan con 172 empleados directos, y ha incrementado su capacidad de producción en un 40% entre 2023 y 2024.
“Hoy estamos con una capacidad de más de 250 toneladas en producción de cables de cobre y aluminio, y más de 2.000 toneladas en tuberías de PVC. Todos nuestros procesos están certificados bajo normas locales y del Mercosur, lo que nos permite competir con calidad en mercados internacionales”, detalló el ejecutivo.
La meta de Tigre Bolivia es que, para 2025, al menos el 10% de su facturación global provenga de exportaciones. Para ello, la empresa está en un proceso de análisis de mercado y búsqueda de socios estratégicos en regiones donde aún no tiene presencia.
El impulso exportador no es solo una iniciativa privada, sino un esfuerzo coordinado entre empresas, gobierno y academia, según Martín Salces, gerente general de Cadex. “No podemos abrir un mercado solos. Se necesita la diplomacia del Estado y su intensidad para negociar protocolos sanitarios, que pueden tardar hasta una década en concretarse. La exportación es tarea de todos”, enfatizó.
Salces destaca que el Mercosur representa una oportunidad de hasta $us 1.200 millones para Bolivia. “Por ahora comenzamos con un contenedor de 45 toneladas, pero tenemos la capacidad de seguir creciendo. La exportación es clave para la generación de divisas, que son esenciales para el desarrollo del país”, señaló.
Cadex ofrece un acompañamiento integral a las empresas que buscan internacionalizarse, desde la tramitología hasta la promoción de inversiones. “Muchos emprendimientos se quedan en el camino por falta de capital. Nosotros brindamos información sobre mercados internacionales y contactos para facilitar la concreción de negocios”, explicó Salces.
Ejemplos de éxito en Bolivia no faltan. Empresas especializadas en equipos de fricción, que exportan frenos y embragues a 18 países, además de fabricantes de baterías con su producción distribuida en gran parte de la región, demuestran que la industria boliviana puede competir a nivel global.