El sector de la construcción en Santa Cruz ha experimentado un crecimiento notable, consolidándose como el motor de desarrollo inmobiliario del país. En 2023, el aporte del PIB nominal fue de $us 14.314 millones de los cuales la construcción representó $us 786 millones y un crecimiento de 5,77% en comparación al año anterior según el Instituto Nacional de Estadística (INE); dinamizado por la urbanización, proyectos de infraestructura y vivienda, además de la adopción de prácticas sostenibles.
La sostenibilidad en los edificios cruceños ganó relevancia en estos últimos años. Green Tower, por ejemplo, cuenta con un diseño de ingeniería estructural sismoresistente avalado por la marca internacional René Lagos Engineers, además de alta tecnología que permite el ahorro energético.
Los edificios sostenibles son una tendencia creciente, no solo como una evolución arquitectónica sino también de compromiso con el futuro. La Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), mediante su presidente, Aldo Sulzer, destacó la importancia de una transición hacia un modelo de desarrollo sostenible que combina eficiencia, respeto por el medio ambiente y responsabilidad social.
En el marco del foro “Financiando la Infraestructura Sostenible de Bolivia”, resaltó la necesidad de acelerar la aprobación de un marco normativo que facilite la estructuración de fondos de inversión cerrados enfocados en sostenibilidad. “La sostenibilidad no es una opción, es un camino sin retorno y una responsabilidad compartida”, afirmó Sulzer, quien instó a los actores públicos y privados a comprometerse con un enfoque técnico que priorice la eficiencia energética, el manejo responsable del agua y el uso de tecnologías con menor impacto ambiental.
Marcelo Arroyo, Economista Senior del PNUD, destacó los desafíos y oportunidades que enfrenta Bolivia en el camino hacia un desarrollo sostenible. El sector de la construcción tiene un papel fundamental en la reactivación económica y debe renovarse para afrontar los nuevos retos globales, como el cambio climático, la urbanización acelerada y la migración. Estos fenómenos, junto con un contexto económico mundial caracterizado por la inflación y la incertidumbre, exigen estrategias más resilientes y sostenibles.
La postura gubernamental, mediante el Banco Central de Bolivia (BCB) es de promocionar las finanzas sostenibles. De acuerdo con Rolando Olmos, gerente de Entidades Financieras, el apoyo como los bonos verdes son herramientas fundamentales para canalizar recursos hacia proyectos que contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático.
“El BCB ha diseñado políticas monetarias que incentivan la emisión de estos instrumentos financieros, facilitando así la inversión en energías renovables, eficiencia energética y otros proyectos sostenibles”, destacó Olmos.
La Cámara de Comercio e Industria Boliviano-Alemana (AHK Bolivia), es una organización que está comprometida con la creación de un ecosistema constructor más responsable. “Trabajamos con empresas bolivianas promoviendo estándares de construcción sostenible, no solo desde una perspectiva ambiental, sino también considerando los beneficios económicos y sociales que estas prácticas aportan”, señaló Tatiana Hernández, directora de sostenibilidad de la institución.
La AHK brinda apoyo técnico a través de talleres especializados y consultorías enfocadas en temas como la eficiencia energética, la reducción de emisiones de carbono y la gestión de residuos en proyectos constructivos. Además, facilitar certificaciones internacionales para empresas que implementan materiales innovadores, como concreto reciclado y sistemas de aislamiento térmico de última generación, los cuales cumplen con las regulaciones globales de sostenibilidad.
Una de las iniciativas destacadas es el proyecto “Bolivia Construye más verde” que tiene como objetivo fundamental transformar el sector de la construcción en Bolivia hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Este enfoque estratégico busca no solo mejorar la sustentabilidad en los procesos constructivos, sino también fomentar el uso eficiente del agua, optimizar la eficiencia energética y asegurar un manejo adecuado de los escombros generados durante la construcción.
Habité Arquitectura, una empresa con casi 20 años de experiencia en el mercado boliviano, se ha posicionado como un referente en la construcción sostenible. Uno de los logros más destacados de la empresa ha sido la obtención de la certificación Excellence in Design for Greater Efficiency (EDGE) para una vivienda unifamiliar. Esta certificación, reconocida a nivel internacional, garantiza que un edificio cumple con altos estándares de eficiencia energética y hídrica.
“Nuestra certificación EDGE es un hito importante para nosotros y para el sector de la construcción en Bolivia”, afirmó Rodrigo León, gerente general de Habité Arquitectura.
León explicó los beneficios de una construcción sostenible, tanto para propietarios como para el medio ambiente. Entre los principales aspectos es el ahorro económico, sobre todo en consumo de energía y agua; mayor confort, al optimizar la ventilación e iluminación natural; la reducción de la huella de carbono, mediante la sostenibilidad que contribuye a reducir emisiones de gases de efecto invernadero y a mitigar el cambio climático.
El crecimiento de Santa Cruz ha sido exponencial, pasando de 18.000 hectáreas habitadas en el siglo XX a más de 135.000 hectáreas en 2024. Este fenómeno plantea la necesidad de densificar áreas urbanas para optimizar servicios y reducir costos operativos municipales.