Tecnología, la oportunidad para disminuir la brecha de género en la industria

El Deber / Febrero 16, 2023

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Fuente imagen: El Deber

En el marco de la celebración de los dos años de creación de la Fundación Iguales, en el Centro de Convenciones del Hotel Los Tajibos se realizó el Segundo Foro Internacional Género e Industria.

Se eligió esta temática, al ser la industria uno de los sectores de la economía en los que más desafíos tienen las mujeres.

Entre los disertantes hubo invitados de otros países, desde expertos en tecnología hasta mujeres de éxito en varios ámbitos, y representantes de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), Pacto Global Bolivia de la Cámara Nacional de Industria, y otros.

Todos ellos analizaron los aspectos clave que aún generan desigualdad en este sector, con la intención de potenciar el cierre de brechas y promover el desarrollo y crecimiento de la industria en Bolivia, con un enfoque inclusivo de género.

“La industria tiene un papel clave en el desarrollo de los países, tanto es así que un país industrializado es sinónimo de país desarrollado. Y el desarrollo industrial de Bolivia no puede dejar al margen a las mujeres”, reflexionó Patricia Hurtado, directora de la Fundación Iguales.

Para Hurtado, la falta de mujeres en el sector está costando muy cara, no solo desde el punto de vista económico, sino también de progreso.

La equidad de género en la industria puede lograrse a través de la “conexión” entre varias instituciones

Dijo que la equidad de género en la industria puede lograrse a través de la “conexión” entre universidades, empresas, sector público, etc. “Para cerrar la brecha de género, necesitamos el compromiso de todos. La alta conectividad genera mejores oportunidades de crecer juntos”, dijo.

Una de las invitadas fue Nidya Pesántez, jefa de ONU Mujeres en Bolivia. Reconoció que, si bien hubo avances en materia de género en los últimos decenios, aún los efectos de la pandemia, la pobreza y la violencia contra las mujeres las sigue afectando desproporcionadamente.

Pesántez dio algunas cifras para mostrar el panorama. Dijo que las mujeres constituyen un 39% de los trabajadores de este sector (industria) a escala global, pero que están sobrerrepresentadas en los trabajos más precarizados, ya sea por la intensidad de mano de obra que se requiere, como por los salarios que son menores.

Las micro y pequeñas empresas de mujeres afrontan dificultades para acceder a financiamiento

Agregó que las micro y pequeñas empresas de mujeres afrontan dificultades para acceder a financiamiento. “Representan el 32% de déficit de financiamiento, ya que se estima que las necesidades de crédito del 80% de las micro y pequeñas empresas, y medianas, propiedad de las mujeres, no están atendidas, ahí tenemos un universo enorme al que debemos apoyar”, llamó.

Asimismo, citó un estudio realizado en 56 países en 2019, que arrojaba que solo uno de cada cinco puestos en consejo directivo estaba ocupado por mujeres, es decir el 20%.

“Esta proporción disminuye al 18%, haciendo un promedio en los sectores de las tecnologías de la información y la comunicación, y en el energético”, observó.

Sobre este punto, y luego de una revisión histórica, en su exposición La Revolución Industrial 4.0 y la Perspectiva de Género, el empresario tecnólogo colombiano Elkin Echeverri García, aseguró que existen abundantes evidencias históricas que indican que los avances tecnológicos durante la revolución industrial condujeron a una reducción de la brecha salarial entre géneros, a un rechazo al trabajo infantil, y al incremento en la esperanza de vida.

La tecnología y la llave a nuevas oportunidades

Para Echeverri, la cuarta Revolución Industrial puso a todos en igualdad de condiciones, ya que con solo hundir una tecla en el celular se puede llegar a todos lados, lo que abre la oportunidad de cambiar la sociedad a una velocidad de cuatro a cinco años.

“Si queremos acelerar el desarrollo de nuestros territorios, toca lograr que las mujeres de nuestra sociedad, independiente de la condición en la que estén, entiendan la oportunidad de que estas tecnologías están disponibles. Imaginen cuando combinemos con la Inteligencia Artificial”, exhortó.

El tecnólogo insistió en que el reto de las mujeres es asumir este conocimiento disponible para transmitirlo a las mujeres que vienen. “El que gana hoy no es el más fuerte, ni el que tiene más dinero, sino el que tiene conocimiento en la era del conocimiento. Hay que empezar a trabajar en la quinta revolución, utilizando las herramientas de la cuarta”, convocó.

Sobre este punto, otra de las expositoras, Cecilia Ugaz Estrada, directora de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), opinó que esta cuarta Revolución Industrial puede consolidar o empeorar los asuntos de género, en la medida en que las mujeres sigan estando sobrerrepresentadas en trabajos rutinarios o poco calificados del sector industrial.

“La utilización de robots o tecnología basada en inteligencia artificial puede, en alguna medida, destruir mayormente el empleo femenino”, alertó.
Ugaz respaldó esta afirmación con base en algunas estadísticas. Dijo que, cuando se habla de industria 4.0, el requisito indispensable es la digitalización, y “la brecha de género digital es significativa en cuanto a habilidades y acceso a la infraestructura digital”.

Citó una cifra, argumentando que es menos probable en 26% que las mujeres tengan un teléfono móvil que los hombres, incluso ahora. Y dijo que otro tema que debe considerarse es la relativa inferior presencia de mujeres en carreras técnicas (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), lo que significa una presencia limitada en actividades de investigación y desarrollo.

“Estos sesgos están siendo corregidos, pero la tendencia de la tecnología es acentuar, más que cerrar las brechas de género”, aseguró.
De acuerdo a los datos que maneja Ugaz, se observa que en los sectores con baja incidencia tecnológica suele haber mayor empleo de mujeres, y en la medida en que estos sectores van progresando y se van tecnificando, con valor agregado, se nota una menor participación de las mujeres en el mercado laboral.

“Es lo que llamamos desfeminización”, dijo, y agregó que, contrariamente, la feminización en la industria ocurre en sectores orientados a la exportación, que requieren mucha mano de obra, y que son competitivos debido a los bajos costos laborales: textil, de la confección, calzado, industria alimentaria y electrónica.

“Se suele creer que un trabajo tecnológicamente avanzado es masculino. La otra cosa que se conoce es que las mujeres suelen ser una mano de obra más dócil ante condiciones de trabajo que pueden ser muy precarias”, dijo.
Asimismo, Ugaz agregó que los países más industrializados son los más inclusivos con las mujeres en el tema tecnológico.

Citó los datos del último informe mundial sobre la brecha de género para 2022. Dijo que aumentó el porcentaje de mujeres empleadas en roles de liderazgo, del 33% en 2016, a casi un 37% en 2022, y que “hay señales positivas”.

En cuanto a los sectores con mayor paridad de género, están el no gubernamental, con el 47%; el de educación, con un 46%; de servicios personales, con el 45%.

Sin embargo, recordó que del otro lado están el sector energía, con el 20% de mujeres en puestos de liderazgo; el de manufactura o industria, con un 19%; y el de infraestructura, con el 16%.

Según Ugaz, diversos informes apuntan a que aumentaría el PIB si disminuyeran las brechas de género, hasta en 12 trillones de dólares a escala mundial.

Pesántez agregó que este avance de la presencia femenina en los mandos del sector industrial, además de fortalecer la equidad de género, y de hacer más rentables las empresas, además las hace más proclives a reducir sustancialmente el consumo energético y de agua, y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Lucía Sosa, directora de Pacto Global, Red Bolivia, dijo que más de 15 mil empresas a escala mundial son parte de Pacto Global, y a estas se suman más de 4.000 organizaciones no empresariales en 160 países. Todos estos agentes trabajan por cumplir el quinto objetivo del Desarrollo Sostenible de la ONU, sobre igualdad de género.

“Somos un movimiento grande y Bolivia avanza en este objetivo”, dijo, pero reconoció que en el país por ahora solo hay 37 empresas, e invitó a otras a unirse, como ya vienen haciendo varias nacionales, entre ellas farmacéuticas y entidades financieras.

Se marcha a paso lento en la equidad, pero hay señales positivas en el país

Pablo Camacho García, presidente de la Cámara Nacional de Industria, que dio las conclusiones del foro, resaltó que es importante destacar a
las brillantes mujeres que pudieron avanzar en la equidad de género, y que dieron a conocer sus historias en el evento de la Fundación Iguales.

Reconoció que es una de las labores más difíciles, pero también honrosas esta lucha. “La industria tiene que trabajar muchísimo y la Cámara Nacional de Industria se siente orgullosa de ser la que tiene mayor representación de las mujeres. Por primera vez en 92 años, tenemos una vicepresidenta en la nacional, y por
primera vez en 25 años una presidenta en la Cámara Departamental de Industria de La Paz, esos son logros. Hoy somos la cámara con mayor participación de mujeres. Del discurso a la práctica”, valoró.

En el foro también se desarrolló un panel con tres invitadas, ejemplos de éxito en la industria. Fueron María Antonieta Colamarino, vicepresidenta de la Unión de Cañeros Aguaí, y con amplia trayectoria en varios cargos directivos; María Renée Centellas, CEO y directora técnica de Laboratorios Bagó.

Por último, también compartió su testimonio Cinthia Aramayo, presidenta de la Cámara de Industria de La Paz, y vicepresidenta de la Cámara Nacional de Industria. “Las oportunidades no tienen género”, dijo Centellas sobre sus logros.

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