Motivar a las niñas en ciencias y tecnología es un reto social

Los Tiempos / Junio 18, 2019

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El vicepresidente Álvaro García Linera conversa con jóvenes destacadas en ciencia y tecnología. Fuente: Los Tiempos

Familia, escuela, universidad, el Estado, empresas privadas y públicas y la sociedad civil deben tener el compromiso de desarrollar acciones que motiven a las niñas bolivianas a participar de actividades y carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem por sus siglas en inglés). Esto con el objetivo de reducir la brecha digital de género en el país y explotar su potencial como agentes de cambio que contribuyan al desarrollo económico y social.

Así, motivar a las niñas para que participen en ciencias y tecnología es un reto social donde todos los actores tienen un papel fundamental desde su lugar de acción. Esa fue una de las conclusiones del séptimo conversatorio Niñez 360º “Diseñando el futuro: La ciencia y la tecnología en manos de las niñas”, que se realizó ayer en el Gran Hotel Cochabamba y fue organizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Al mismo asistieron expertos nacionales e internacionales.

A pesar del vertiginoso crecimiento de las nuevas tecnologías y las oportunidades vinculadas a este hecho, la incursión de las mujeres en carreras de Stem a nivel mundial aún es reducida.

Sólo tres de cada 10 investigadores del mundo son mujeres, una cifra que evidencia disparidad y desigualdad de oportunidades. En América Latina, sólo una de cada 10 mujeres graduadas elige una especialización en ciencias o tecnología, y una vez que ingresan al mercado laboral, sólo una de cada tres empleadas latinoamericanas en estas áreas es mujer, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, de 2017.  

En Bolivia, en 2015 había 37.000 estudiantes mujeres de 91.000 estudiantes matriculados en carreras Stem, sólo 1.500 lograron graduarse según datos de 2018 de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic).

“Cuando miras los datos de la incorporación de las niñas en las carreras en ingeniería, física y química, en el país hay 31.000 mujeres versus 91.000 hombres. En carreras de tecnologías de la información  hay 4.800 niñas versus  14.000 varones, cifras que evidencian la disparidad y desigualdad en las que vivimos”, dijo Sunah Kim, representante de Unicef en Bolivia.

Explica que si también miramos el escenario del empleo y del desarrollo en los otros países, hay un fuerte componente de innovación en ciencia y tecnología que tiene una influencia significativa de cómo los países avanzan y tienen acceso a la competitividad y desarrollo global. En ese sentido, “si las niñas están rezagadas en su acceso a estos temas se van a ver atrasadas en su acceso al empleo, al desarrollo y al mercado laboral. Es un tema que hay que abordar ahora”, dijo Kim.

Es una tarea pendiente de la equidad de género. Necesitamos eliminar los estereotipos que en las sociedades y comunidades se imponen a niñas y varones”, resalta.

Todos los expositores recalcaron que el hecho de que las niñas no accedan a las carreras Stem no tiene nada que ver con sus aptitudes o capacidades, todos somos iguales; esto responde a normas sociales y de construcción social. Explican que las familias también inculcan a que las niñas persigan las carreras “femeninas” y los niños los “masculinos”.

“Desde niñas se les va creando estereotipos, con diferentes mandatos. La sociedad y la escuela inducen a las mujeres a los trabajos del cuidado, y a los hombres al más creativo. Estos hábitos hacen que las mujeres se acerquen de diferente manera a la tecnología”, explica, Khantuta Muruchi, responsable del área de información y participación de la Agetic.

Los expositores también coincidieron en señalar que las familias deben abrir sus mentes, tener una interacción diferente con sus niñas donde les hagan entender que ellas pueden soñar, perseguir y desarrollarse en las carreras que ellas quieran. Asimismo, “es importante exponerlas a espacios donde puedan explorar su curiosidad, hacer experimentos, inventar cosas”, comenta Kim.

Es obligación de los padres abrir oportunidades para sus niñas, no inducirlas, brindarles oportunidades y esperar que opten por ello”, dijo Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado, quien también participó en el conversatorio haciendo y respondiendo preguntas de jóvenes destacadas en estas áreas.

El futuro está marcado por ciencias y tecnología. Es el siglo del algoritmo, de la Inteligencia Artificial, del software; que controlan todo, hasta nuestros gustos”, acotó García.

El ámbito de la educación también juega un rol primordial y el profesor o docente -como actor principal- tiene un papel importante, con su capacidad y formación es un modelo a seguir, debe ayudar a romper estereotipos y motivar a las niñas y jóvenes mujeres a desenvolverse en estas áreas  y propiciar estrategias para ello, explica Ramón Iriarte, especialista en educación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Asimismo, Kim explica que la comunidad en general y los medios de comunicación tienen el rol de eliminar estereotipos y de fomentar esa equidad en el acceso a ese tipo de temas para las niñas y los niños.

“Debemos pensar a las mujeres como productoras no como consumidoras. El Estado está tomando el asunto de forma más fuerte, la Bolivia Digital contempla a las mujeres como productoras de tecnologías”, dijo Muruchi.

En el evento también comentaron sus experiencias tres niñas y jóvenes motivadoras que desarrollaron un papel importante en el área de las  ciencias y la tecnología.

Ariana Cuéllar, de 12 años, desarrolló una aplicación que ganó el primer lugar en la competencia Technovation el pasado año.

Explicó que siempre tuvo el apoyo de su familia pero que tenía miedo a fallar, a ser rechazada pero su mentora la ayudó a superar esos miedos y ahora está orgullosa de ser mujer y  estar metida en la tecnología. Invitó a las niñas a participar, “tenemos las mismas capacidades podemos hacer millones de cosas”, dijo frente a un público de más de 300 personas.

“Podemos hacer que Bolivia tenga un espacio en el espacio”, dijo Alina Santander, de 19 años, quien ganó varios concursos organizados por la NASA y su acercamiento a las ciencias fue gracias a un sueño de ser astronauta.

Pamela Zeballos, de 23 años, es ingeniera de sistemas y comentó que está muy feliz con su carrera porque cada día siente que tiene superpoderes porque puede crear y cambiar cosas.

Premiación

Durante el evento, también se premió a las ganadoras del concurso “Chicas por un cambio Technovation” (Girls for a change Technovation), donde participaron más de 530 niñas de Cochabamba, La Paz, El Alto y Santa Cruz.

Un equipo de La Paz y otro de Santa Cruz ganaron en la categoría junior y senior, respectivamente. El concurso fue organizado por Unicef.

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