
Se trata de la microempresa Ajayu, conformada en julio del año pasado y constituida legalmente en diciembre, con la filosofía de producir y ofrecer aderezos de conserva para la mesa gourmet, pero con ingredientes locales y procesados de forma natural, sin conservantes ni aditivos químicos.
Los emprendedores son cuatro socios, jóvenes amigos (dos parejas de esposos) que se conocen desde su época universitaria y que ahora conforman un equipo empresarial. La primera pareja la conforman Nicolás Cortez, ingeniero ambiental, y Mayra Delgado, chef y socióloga. La segunda, la integran los ingenieros de alimentos Gabriel Calderón y Saraí Rosales.
Juntos, pensaron en un proyecto destinado a lograr aderezos y mermeladas que pudieran conservarse en una sustancia ácida o dulce, pero siempre natural, tales como los chutneys (los escabeches agridulces).
A la vez, según explican ellos mismos, buscaron elaborar recetas del mundo, pero revalorizando los productos nacionales, tales como el locoto y hasta la uchuva, un fruto de bastante producción en la zona andina, pero muy poco conocido por la población, y que el grupo de emprendedores pretende utilizarlo en la mermelada.
Otro de los objetivos del grupo es lograr conservas con productos que tienen poca aceptación en los niños por su color o sabor amargo y que sin embargo tienen grandes nutrientes, tales como las zanahorias y las betarragas (remolacha), pero que elaboradas en forma de mermelada pueden tener un sabor más aceptable para los niños.
Todos los productos son una fusión de las recetas internacionales aprendidas en los cursos universitarios y la creatividad del equipo, que para los nuevos productos emplea productos nacionales.