Conexiones a Internet crecieron en 4% en 2020 e ingresos por servicio bajaron

Página Siete / Junio 07, 2021

Compartir en:
Fuente imagen: Página Siete

En 2020 las conexiones de Internet en el país alcanzaron 10,8 millones, es decir 416.225 adicionales, según estadísticas de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT).

Esto significa una expansión de casi 4%. Entre 2018 y 2019, las conexiones subieron en 599.037. El mayor pico con 2,4 millones de conexiones adicionales se dio entre 2016-2017.

Para finales de 2020 los departamentos que tienen la mayor cantidad son La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.

Incremento del 4% en las demandas tecnológicas 

El ingeniero en telecomunicaciones y gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jauregui, explicó que el 4% de crecimiento se podría explicar por un incremento en la demanda por parte de los usuarios de servicios digitales que requieren conectividad.

“Esto también seguramente está relacionado a los efectos de la pandemia por el COVID-19, que debido a las medidas de confinamiento y restricción a la movilidad de las personas han influido directamente en el uso intensivo de servicios digitales que requieren conectividad con diferentes fines, como ser educativos y laborales”, precisó.

Explicó que desde la CNC se observan varios indicadores que muestran que el comercio electrónico en Bolivia experimentó un gran impulso a raíz de la pandemia, con un crecimiento del 150% en transacciones electrónicas efectuadas en varios rubros a partir de abril de 2020.

Esto fue impulsado por un cambio cultural en el consumidor gracias a los procesos de digitalización de la banca que generaron confianza en los usuarios para realizar pagos en línea e ingresar a la transformación digital.

Por su parte, el sector empresarial tuvo que adaptarse a una nueva realidad con escenarios de movilidad limitada.

Las empresas fueron resilientes con la transformación digital

Esto impulsó el surgimiento de nuevas soluciones de pago, plataformas web para crear puntos de venta, soluciones de delivery que impulsaron la dinámica del e-commerce en Bolivia.

Mario Durán, ciberactivista, sostuvo que la pandemia aceleró la adopción de nuevos hábitos tecnológicos como la telemedicina, el comercio y las transacciones electrónicas, fuera de la teleeducación y teletrabajo.

Sin embargo, manifestó que las empresas promueven las conexiones a Internet móvil, que son de calidad inestable y de costos más elevados en comparación a las conexiones fijas.

“En promedio una familia que utiliza conexiones a Internet móviles gasta de 600 a 1.000 bolivianos al mes para acceder a clases y trabajo vía teleconferencia, comunicación mediante mensajería instantánea y redes sociales. En el otro extremo un usuario de conexión de fibra óptica accede a planes de cinco mbps a un costo de 90 bolivianos al mes”, observó.

Además, dijo que las conexiones fijas son escasas y desde el Estado se promueve las móviles, por lo que las áreas periurbanas y rurales, así como las ciudades fuera del eje central, no acceden a enlaces fijos más económicos y de mejor calidad.

Políticas de Estado en beneficio del uso de la tecnología para las empresas

Para Durán, el 4% de crecimiento en las conexiones en 2020 es mínimo.

El 95% de las conexiones a Internet son móviles, es decir, son caras, de calidad inestable y con inequidades geográficas. El restante 4% son de conexiones fijas y esta cantidad no ha crecido con el transcurrir del tiempo. “Se debe promover como política de Estado, la ampliación de las conexiones a Internet fijo, mediante el ingreso de un nuevo operador mayoritario también con las autorizaciones para que proveedores municipales, microempresas e individuos proveen Internet fijo”, puntualizó.

Los datos de la ATT revelan que los ingresos del Servicio de Acceso a Internet (SAI) disminuyeron en 6% y alcanzaron a 5.512 millones de bolivianos.

Para Jauregui esto puede obedecer con algunas medidas implementadas en 2020.

Por ejemplo, el Gobierno emitió normativa que prohibía a los operadores de telecomunicaciones, que son los que brindan los servicios de Internet, el corte de servicios a los usuarios por atraso en el pago de servicios.

Esto se tradujo en altos niveles de mora y, por ende, una disminución en sus ingresos relacionados a la operación, añadió.

Además la pandemia trajo efectos sobre la economía y las familias; las empresas perdieron liquidez.

Empresas que no han reducido sus ingresos durante la pandemia

Durán, sin embargo, considera que los sectores que pese a la pandemia no han reducido sus ingresos son el sector bancario y el de las telecomunicaciones.

“Las empresas de telecomunicación recaudan ingentes recursos, sin embargo, salvo inversiones estatales (Entel) no invierten en la mejora tecnológica. Un ejemplo es la utilización de tecnología 2G y 3G (de hace 15 años) en las ciudades del eje central, cuando en el mundo se utiliza las conexiones 5G”, lamentó.

En su criterio, la ATT no cumple su rol de fiscalización de las empresas y sus inversiones. La función de defensa de consumidor debería ir al viceministerio del área, complementó.

Comentar