Alasita, mercado simbólico de bienes culturales

Bolivia Emprende / Enero 24, 2014

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Fuente: La Razón

Hace unos días el director de Promoción Cultural del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Andrés Zaratti planteó a la Feria de la Alasita no solo como un evento donde se expresa la creencia y magia de las illas o miniaturas sino como un espacio donde se refleja el trabajo productivo de los artesanos, emprendedores y microempresarios bolivianos.

Se ha convertido en un mercado simbólico de bienes culturales, en tanto miles de personas que visitan la feria depositan sus anhelos en las miniaturas” dijo.

De hecho el mismo nombre de “Alasitas” que en aymara significa comprame, en el siglo XIX estaba relacionado a la compra de las illas, ispallas (amuletos, imágenes), miniaturas con la condición de que se hagan realidad, en medio de un ritual celebrado por el yatiri (adivinador) a las 12.00. En esas épocas la feria duraba uno o dos días, pero en la actualidad la feria de la Alasita tiene una duración de 15 días.

Alasita es una feria en dónde puedes comprar lo inimaginable en miniatura, desde casitas, material de construcción, pasajes, pastelitos, y otros.

Diversidad de ofertas en miniatura

En pleno siglo XXI la festividad aún se mantiene vigente y se celebra con fuerza en la ciudad de La Paz, aunque con muchas variantes, pues los artesanos, y microempresarios de Bolivia han diversificado sus productos. Hoy los productores bolivianos no solo ofertan illas, animales o semillas, sino variedad de miniaturas de los bienes que la gente necesita en su diario vivir.

Los artesanos y microempresarios fueron adecuándose a las tendencias de la época y fueron modernizando los productos: de la producción de cocinitas pasaron a los microondas, de los televisorcitos con caja a otros de pantalla plana led, el cambio también se ha percibido en los equipos de computación y otros artefactos electrónicos, de la misma forma los billetes; antes solo se encontraban los bolivianos y dólares, y ya desde hace algunos años en la feria de emprendimiento boliviano han tomado presencia los euros. Los modelos de la viviendas en miniatura también van cambiando con el paso de los años, adoptando estilos ingleses o europeos, los carritos últimos modelos, y diversidad víveres entre otras cosas.

Pero además de los bienes materiales, las personas también tienen anhelos de crecimiento profesional, de tener estabilidad laboral, encontrar pareja, de casarse, o incluso hasta de divorciarse. Para el Ekeko, Dios de la Abundancia, no hay límites en hacer realidad los sueños de los bolivianos y en la feria también se puede adquirir títulos profesionales, certificados laborales, los gallitos o las gallinas – que son amuletos para encontrar el amor-.

Hace algunos años también se instaló en la feria exposición oficinitas de registro civil para sellar la unión de la pareja con una mini ceremonia matrimonial, lo más curioso fue encontrar al lado; la oficina de tramitación de divorcios, lo que comúnmente atrae las carcajadas de los visitantes.

feria de alasita

Miniaturas a la moda y riqueza cultural

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Fuente: Lapaz.bo

Esta feria emprendedora también se caracteriza por las novedades, para este 2014 los productores y microempresarios de Bolivia anunciaron la oferta del satélite Túpac Katari – a propósito de su reciente lanzamiento- y el bus moderno Pumakatari, el gas domiciliario y tienda de motocicletas yendo en línea del Rally Dakar.

Por otro lado, también se va alimentando el significado de la cultura andina de esta festividad, muestra de ello es la innovación del artesano boliviano Leonel Guzmán con la versión femenina del Ekeko, una réplica en metal de la pieza arqueológica de Tiwanaku que se encuentra en el Museo de Historia de Suiza que, junto a la versión masculina del Dios de la Abundancia — conforman la representación del Ekeko chacha-warmi (hombre/mujer).

Esta dualidad nos trae la fecundidad, la reproducción y la fertilidad, hoy interpretada como la abundancia y prosperidad” afirmó el artesano boliviano Leonel Guzmán a un periódico local.

De esa manera, la festividad de Alasitas expone la mano de obra y los valores culturales de artesanos, productores y microempresarios bolivianos transformando los sueños de los ciudadanos en miniaturas tangibles en las que los ciudadanos depositan su fe y esperanza para que sus sueños se hagan realidad.

Leyenda del Ekeko

Cuenta la leyenda, según Antonio Díaz Villamil, que hacia 1781 los indígenas Tupac Katari y Tupac Amaru cercaron la ciudad de La Paz por lo que no se permitía la entrada de alimentos.

Francisco Rojas, un patrón español que tenía de sirvientes a la pareja de campesinos Isidro Choquewanca y Paula Tintaya, decidió separarlos enviando a Paula a cuidar de su hija Josefa Ursula de Rojas de Foronda, esposa del gobernador Sebastián de Segurola Marchain, que se encontraba sola en la ciudad. Ante la separación, Isidro Choquehuanca entregó a Paulita, un pequeño amuleto de yeso que él mismo lo había fabricado como muestra de su cariño.

Tanto Paula como Josefa se refugiaron en un cuarto. Paula llevaba consigo maíz tostado, k’ispiña y charque de llama que casualmente puso junto al Ekeko que Isidro le había regalado. Pasaron 7 mese en los que cundió la escasez en la ciudad pero milagrosamente no les faltaba alimento a Paula ni a Josefa.

Al retornar de la batalla, Sebastián de Segurola encontró a su esposa alimentada, rodeada de alimentos donde antes no había y la imagen del Ekeko en la habitación.

Segurola, mediante una Ordenanza en 1783, dispuso el cambio de la fiesta tradicional del Ekeko de diciembre al 24 de enero, fiesta de la Virgen Nuestra Señora de La Paz, para festejar la victoria española. Díaz Villamil relata que Segurola, agradecido por la provisión de alimentos, hizo que Isidro Choquewanca fabricara un idolillo con los rasgos de Francisco de Rojas, su suegro, con una carga de alimentos en sus manos y espaldas. El idolillo también circulaba en el día de la festividad de La Paz, el 20 de octubre.

Fecha de la Feria Alasita

Viernes 24 de Enero de 2014
Lugar: Parque Urbano Central
La Paz, Bolivia

Vea el videoclip Alasita del «Papirri»

Por Verónica Cayoja Mita
Lic. en Comunicación Social
Twitter: @cayojavioleta

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