Achocalla apuesta por una cosecha de salud para el mercado paceño

Página Siete / Febrero 13, 2020

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Fuente imagen: Página Siete

No utilizan agroquímicos contra las plagas que acechan los cultivos de hortalizas. En su lugar, recurren a plantas -como toronjil, yerba buena y menta- cuyos aromas en los invernaderos ahuyentan los males. En campo abierto, preparan la tierra con abono natural, suero de leche, desperdicios de pescado, levadura y afrecho, entre otros, antes de la siembra.

Los alimentos que cosechan son orgánicos, ecológicos y sanos y tradicionalmente se venden en ferias callejeras y populares. Pero desde hace años llegaron a los supermercados. Familias enteras los producen y saben que lo que recogen de los invernaderos y campo abierto está libre de los químicos. En algunos barrios de la ciudad, los clientes también saben que lo que están adquiriendo son hortalizas sanas.

Amalia Ticonipa, Petrona Alcón y Santusa Cuentas, quienes producen estos alimentos en el vallecito del municipio de Achocalla, junto a centenares de sus colegas, señalan que los productos que comercializan se confunden con los que fueron producidos con químicos importados del Perú. Recalcan que sus alimentos son sanos.

“Pocos saben o distinguen nuestros productos; otra gente compra nomás y se fija más en los precios y la cantidad que en la calidad”, dijo Ticonipa, quien cree que la población tiene que diferenciar los productos producidos con químicos y los que son naturales.

Precisó que todas las hortalizas y los tubérculos producidos de manera natural se diferencian de los producidos con agroquímicos por el tamaño y grosor de sus cáscaras. “La lechuga natural es delgada y más rica al comer; ocurre lo mismo con los tomates naturales que son más delicados de los que no lo son, aguantan incluso una caída sin partirse”, dijo.

Alcón, perito en ecología y evaluadora de proyectos agroecológicos, encontró otro elemento diferenciador: los alimentos producidos con químicos “son más bonitos a los ojos” que los producidos de manera natural, que parecen “feos” y hasta desaniman pero son sanos. De toda esta experiencia, continuó, “a los bolivianos nos falta apreciar lo sano de un producto”, porque los precios son los mismos, pese al mayor esfuerzo desplegado en la producción de los alimentos saludables y que hacen bien al cuerpo.

Dijo que la idea no es “comprar por comprar” un alimento, sino de conocer y preguntar a la hora de adquirir. Relató que tiene un invernadero y una parcela en Achocalla, donde produce hortalizas, papas y zanahoria, entre otros. “Los tengo que vender en algunas ferias, como los miércoles en la calle 9 de Calacoto, a un costado, porque los mayoristas traen del Perú y la gente los compra porque son bonitos”, dijo. “Yo vendo de oculto, los mayoristas son malos, me miran mal”.

Petrona Alcón vende hortalizas en la calle 9 de Calacoto. Afirmó que también los comercializa los sábados en la calle 17 de Obrajes; en el mercado de Achumani; en la calle 5 de la Ceja de El Alto. “A veces nos invitan a bioferias que son organizadas por expertos y ahí nuestros productos son más apreciados”.

Santusa Cuentas, otra de las productoras de alimentos sanos en Achocalla, manifestó que la producción en su municipio no es nueva, sino que se produce desde 2005, cuando comenzó la experiencia con 200 carpas solares y hoy casi se triplicó en todo ese municipio.

Manifestó que al menos las familias de unas siete comunidades del lugar producen alimentos sanos y exigió a las autoridades municipales de El Alto y La Paz, cuyos habitantes son sus mercados, se pueda designar lugares visibles para que la población pueda apreciar la producción sana de las hortalizas.

Recordó que este movimiento de la producción de alimentos sanos lo inició Encarnación Fernández en 2005 con apoyo de autoridades del Gobierno. “Hoy la semilla da frutos en la producción y lo que falta es la apreciación de nuestros productos en los mercados; no siempre vendemos las lechugas y rábanos en bolsas y es cuando la gente elige lo importado, pero quienes nos conocen nos compran”, dijo.

Alimentos sanos

  • Lugar. El municipio de Achocalla es un valle ubicado a15 km de ciudad de La Paz. Cuenta con 26 comunidades que se dedican a la producción de alimentos sanos.
  • Ecológico. Familias enteras producen alimentos sanos. Están agrupadas en la Asociación de Floricultoras y Productoras de Hortalizas de Achocalla (Aflopha). Cultivan una amplia variedad de verduras, tales como papas, tomates, apios, carotes, pimientos, calabacín, cebollas y zanahorias, entre muchas otras.
  • Venta. Las productoras de los alimentos también los comercializan en las ferias.
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