Tecnología y conocimiento, alternativas para Cochabamba

Los Tiempos / Septiembre 14, 2016

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Fuente: Los Tiempos

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¿Cuál es el futuro económico de Cochabamba?

Es una de las preguntas que surge a propósito de la fecha cívica del departamento. Por muchos años, esta tierra fue considerada el “granero de Bolivia”. Y los datos estadísticos dicen que la tercera parte de las exportaciones del departamento son actualmente los hidrocarburos. Sin embargo, analistas y empresarios coinciden, en su mayoría, en que es hora de dar un giro y que la región debe abrirse a potenciar la tecnología, el conocimiento y el turismo.

Según el analista económico, Pablo Cuba, el concepto de proveedor de granos y cereales para Bolivia debe cambiar, pues la región paulatinamente fue azotada por la sequía y pasó de ser un departamento productor a cubrir su demanda interna con alimentos de Santa Cruz y Perú.

Cochabamba puede desarrollar actividades productivas, instalar fábricas, empresas, al mismo tiempo que ser un centro comercial, turístico y de salud; podría ser un importante centro de generación de tecnología», afirma.

Contrario a esa postura, pero coincidiendo con la explotación del conocimiento y la tecnología, el economista Roberto Bonadona considera que la pecuaria y la agricultura no dejarán de ser los pilares fundamentales de la economía cochabambina, pero acentúa la importancia de desarrollar innovaciones para industrializar la producción local. «Los potenciales deben ser la base para que la universidad investigue cómo generar mayor valor agregado», afirma. Ejemplifica esa situación indicando que Cochabamba produce castaña, que tiene gran cantidad de derivados que pueden transformarse en productos terminados.

Según el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Federico Diez de Medina, el sector privado concentra sus esfuerzos en convertir a Cochabamba en una ciudad de conocimiento ligado al turismo y la tecnología.»Cochabamba ya se ha constituido en un centro de salud y esto tenemos que fortalecerlo, y es un centro también educativo, tenemos más de 20 mil estudiantes extranjeros. Es en esta área que tenemos que seguir trabajado», indica.

En tanto, el presidente de la Cámara Departamental de Minería, Javier Bellot, sostiene que su sector aún es un componente transversal para fortalecer la visión económica del departamento.

Gran parte de las industrias que se desarrollan en la región tienen su base en la extracción de minerales y su transformación básica y productos terminados. Estamos hablando de productos como el cemento, el sector cerámico, de la construcción misma que se nutre de estas iniciativas», explica.

Reconoce que ese sector productivo del departamento creció menos de lo que se esperaba en los últimos 10 años y añade que se debe diseñar un plan de acción de políticas de desarrollo departamental.

El presidente de la Cámara de la Industria de Cochabamba, Antonio Fernández, respalda el crecimiento de la economía departamental a través del desarrollo de tecnología, pero añade que no se deben perder de vista los rubros de la industria no metálica, los alimentos y bebidas.

Crecimiento del PIB

Según datos del INE, en los últimos 10 años el PIB de Cochabamba tuvo un crecimiento promedio de 4,28 por ciento. En 2006, fue de 4.27, y en 2015, de 5,49, el más alto de la década, pero en medio hubo bajones como en 2009, de sólo 2,83 por ciento, o picos como en 2013, con 5,47 por ciento.

Otros departamentos, como Tarija y Santa Cruz, registran picos más elevados (11,15 por ciento, Tarija en 2011 o el 8,54 por ciento de Santa Cruz en 2012).

Según Diez de Medina, en los últimos 10 años, Cochabamba perdió su sitial nacional. «Hemos estado hasta en cuarto, quinto lugar. En el último año, (Cochabamba) ha tenido una recuperación comparativa. Sin embargo, la situación sigue siendo bastante delicada», afirma.

Sostiene que Cochabamba tiene potencialidades no explotadas. Por ello, el Gobierno debe trabajar en la lucha contra el contrabando, dejar de lado el acoso fiscal a empresas formales y priorizar la obra de mano boliviana en la adjudicación de obras y servicios.

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