ProCampo produce leña económica y menos contaminante

Los Tiempos / Octubre 06, 2015

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Leña ecológica, una alternativa para mejorar producción de ladrilleras Fuente: Los Tiempos

Pedro Vallejos y su tío Juan Maita son ladrilleros desde hace tres generaciones en la zona de Quintanilla (municipio de Sacaba, Cochabamba), y para cada horneada de 50 mil ladrillos utilizan regularmente 16 toneladas de leña tradicional pagando entre 380 y 400 bolivianos por tonelada.

La empresa boliviana Pro Campo, de propiedad de Eddy Pinto Mancilla, acaba de ofrecer a todos los ladrilleros de la zona una alternativa de leña ecológica: briquetas elaboradas con cascarillas de girasol que las grandes plantas oleaginosas del país desechan. Les costaría casi lo mismo por tonelada, pero el rendimiento es mayor. Mientras la leña tradicional genera 2.500 calorías por gramo, las briquetas llegan a 4.400. Con ello, los artesanos de ladrillo gastarían sólo nueve toneladas por horneada; la comprarían con factura, y harían una enorme contribución ambiental.

Cascarilla de girasol

La cascarilla de girasol, según explica el gerente de Pro Campo, es habitualmente desechada por las industrias aceiteras, pero últimamente, ha surgido una nueva idea para su empleo: triturarlas, mediante una briquetadora y compactarlas en forma de cilindros pequeños para la facilidad de su traslado y acopio (lo cual es una ventaja más).

De este modo, la leña ya fue probada en Santa Cruz con las secadoras de soya con buenos resultados, y ahora se la está poniendo en oferta a las pequeñas factorías cochabambinas, como las ladrilleras, yeseras, chicheras, chicharroneras y hasta los puestos de pollos a la leña. Todas han manifestado un abierto interés y el viernes pasado se hicieron las primeras pruebas en el horno de Pedro Vallejos.

A primera vista se ve mejor. Hay que ver la calidad del ladrillo”, decía Pedro el viernes. El lunes, tras la primera cocción quedó complacido e incluso aseguró que el producto fue de mejor calidad. “Si es así como parece, por supuesto que vamos a preferir el girasol. Nos va a salir más barato”, añade su tío.

Emprendimiento captó la atenciòn de SwissContact

Otra de las entidades que ha puesto bastante atención en la propuesta es SwissContact, fundación que apoya, mediante su proyecto Eficiencia Energética en Ladrilleras y Yeseras Artesanales (Eelya), en el tema ambiental a los artesanos. El asesor de Eelya, Juan Carlos Antezana, reconoce que ya es un gran aporte el simple hecho de que se utilice las cascarilla de girasol (material desechado) en lugar de la leña tradicional, pero quedaba por ver la emisión de gases, que, a simple vista, fue menos densa que la combustión tradicional.

Según Pro Campo, los primeros análisis extendidos por Iideproq registraron una emisión de entre 60 y 70 por ciento menos.

Están en agenda nuevas evaluaciones para confirmar estos datos. De cualquier manera, la innovación está en oferta.

Las briquetas son cascarilla desechada; no hay que talar árboles»

La empresa

Pro Campo es una empresa boliviana unipersonal, del lìder emprendedor Eddy Pinto Mancilla, Gerente Pro Campo y especialista en agronegocios y alimentos.

La empresa boliviana ya cuenta con 10 años trabajando en el rubro de abonos ecológicos en el departamento de Cochabamba.

Tras la aparición de este proyecto, la empresa fue contactada por las oleaginosas para que, además de los abonos, se pueda también promocionar la leña ecológica.

La cascarilla generada por las plantas oleaginosas es almacenada, cargada a una tolva, compactada, fraccionada, enfriada, trasladada a un centro de acopio y embolsado en saquillos de 48 a 50 kilogramos para facilitar su transporte o manipuleo.

ProCampo realiza el proceso de socialización, promoción, ensayo, análisis de laboratorio y comercialización de las briquetas.

Ladrilleros

Los ladrilleros buscan formas de ahorrar en la producción. Según coinciden Pedro Vallejos y Juan Maita, los pequeños artesanos quedaron muy rezagados con relación a grandes industrias de cerámicas en la misma zona.

Realizan una horneada cada mes o cada dos meses, según sea posible.

En cada horneada cuecen unos 50 mil ladrillos, pero sólo rescatan unos 45 mil. El resto o son descartados por su mala cocción o se venden como ladrillos de segunda. Actualmente venden entre 550 y 600 bolivianos el lote de mil ladrillos. Para ellos, las cascarilla ayudaría a ahorrar costos de producción.

SwissContact expresó su interés en el nuevo producto, puesto que hay 1.700 ladrilleras en todo el país. En Cochabamba son como 540 en cinco municipios: San Benito, Cercado, Colcapirhua, Sacaba y Sipe Sipe.

En la zona de Quintanilla (Sacaba) son como 50 artesanos dedicados desde hace varias generaciones.

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