Las «Cebras» cumplen 12 años y buscan exportar su experiencia a países de Latinoamérica

La Razón / Noviembre 19, 2013

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cebras bolivia felicidadEste martes las conocidas «Cebras» de la ciudad de La Paz cumplirán 12 años de vida con el lanzamiento de un ambicioso emprendimiento boliviano denominado «Cebras Sin Fronteras», que tiene el objetivo de «exportar» a estos curiosos personajes de la educación vial a países como México, Argentina, Perú y Colombia.

La encargada del «Proyecto Cebras» del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Kathia Salazar, conocida también como «Mamá cebra», informó que en el Encuentro de Educadores Urbanos, que se realizará este 21 de noviembre en la ciudad de La Paz, se dará a conocer esta iniciativa de expansión, que tendrá la presencia, además, de jóvenes cebras de las ciudades de Tarija y Sucre.

«En ese encuentro, (habrá) un evento central que es ‘De La Paz al mundo’, porque queremos mostrar nuestra experiencia para poder exportar las cebritas y eso se llama ‘Cebras Sin Fronteras’. La gente nos han pedido en México, Colombia, Buenos Aires, Lima y otras ciudades», señaló Salazar a la ANF.

El Proyecto Cebras comenzó el 19 de noviembre de 2001, día en que por primera vez los educadores urbanos salieron a las calles. Con este motivo se invita a los niños a festejar con las «cebritas» este martes en la cafetería del Espacio Interactivo Memoria y Futuro «Pipiripi», ubicado en el Parque Urbano central.

Las cebras educan a La Paz desde 2001

cebra ciudad

El proyecto nació en la gestión del entonces alcalde Juan Del Granado, con 24 miembros, entre lustra calzados, vendedores ambulantes y colegiales. En su inicio sólo había dos turnos. Ahora son 269 cebras distribuidas en tres turnos: en la mañana, al medio día y en la tarde, en los macrodistritos de Max Paredes, Cotahuma y el casco Central.

«La participación de los jóvenes a través del Proyecto Cebras es algo positivo para ellos, para el Gobierno Municipal, y por eso se ha apostado con un presupuesto cada vez mayor, cada año ha ido aumentando. Hoy ya somos 269 cebras en el equipo», afirmó Salazar.

Las cebras trabajaban, en un inicio, en torno al problema vial que existe en el centro de La Paz, pero desde el 2004, ejecutaron programas denominados «La Paz limpia», «La Paz segura», «La Paz sin ruido», «La Paz sin riesgo», «La Paz en orden» y «Cebras por un día», según dio a conocer la coordinadora Carmen Chirino, la cebra más antigua.

Los trajes

  • Según los datos de Carmen Chirino «el primer traje de cebra fue la de cuatro patas«, que vestía a dos jóvenes, uno en parte delantera y otro en la trasera. La coordinadora, con un poco de humor, señaló que este traje «era sacrificado para los que estaban atrás, porque algunos daban palmadas o metían mano».
  • Después llegó el traje de felpa, pero «tenía esponja en toda la vestimenta, en donde uno se asaba literalmente por la esponja y por el calor».
  • Luego se cambio por la tela, donde el traje era de overol y la cabeza era de papel maché o de cartón.
  • Finalmente «llegaron los trajes de felpa en la que las rayas estaban pintadas, luego engomadas y ahora están costuradas». Ésta última es la indumentaria con la que actualmente trabajan los personajes representativos de la ciudad de La Paz.

El burro

El burro salió a las calles por primera vez el 2005, es un educador urbano perspicaz y, además, es el hermano de la cebra. Se encarga de la parodia y el juego, pues refleja lo que está mal en el ciudadano. Cuando un peatón pasaba en la luz verde del semáforo, el burro corría detrás, para enseñarle que «eso no se hace». Esta gestión ya no salió a las calles, ahora enseña en colegios, ferias y eventos donde se lo requiere.

Reprimidos en una gasificación

Carmen Chirino cumple 12 años en el proyecto. Entre una de las anécdotas de su trayecto como cebra recordó que en una gasificación tuvo que correr con el traje en la mano, lo curioso era que se trataba de la indumentaria de cuatro patas, por lo que, por un lado, se la vio correr a ella con las patas traseras de la cebra, mientras que su compañero corría con la cabeza.

«Una vez nos gasificaron por inmediaciones de la iglesia San Francisco, cuando trabajamos con el traje de las cuatro patas. Mi compañero estaba en la cabeza y el corría y yo corría detrás, pero como estaba agachada no podía nivelarme a su trote. Para que no me arrastre, tuve que salir del medio cuerpo del traje y mostrarme y corrí agarrando las patas», recordó.

Celebración con los niños

Martes 19 de noviembre de 2013
Cafetería del Espacio Interactivo Memoria y Futuro “Pipiripi”
Parque Urbano central, ciudad de La Paz, Bolivia

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